"Era un chico fascinante. Tenía esos ojos que te invitan a caminar hasta el fin del mundo sin acordarte de que llevas tus tacones más altos puestos, y créeme cuando te digo que eso, es lo más difícil que debe haber en el mundo. Poca gente consigue agradar tanto en tan poco tiempo. Compartimos mañanas enteras de domingo bajo las sábanas. Atardeceres increíbles en el mar. ¡Hasta me convenció para saltar de una avioneta en paracaídas! Tenía un poder de convicción tan alto sobre mí que llegó a asustarme alguna vez. Tan pronto me estaba convenciendo para mantener relaciones sexuales en el probador de una tienda como para coger un avión a la otra punta del mundo. Era totalmente impredecible. ¿Ves este tatuaje de aquí? Me llevó con los ojos vendados y hasta que el chico no dejó la aguja en la mesa no pude ver lo que era. Acertó. Me conocía tan bien que parecía que lleváramos una vida juntos.
- Entonces, ¿por qué terminasteis?
Era tan intenso que me consumía. El sexo salvaje, las emociones fuertes. Teníamos veinte años, estaba bien. Se iba, volvía. Aparecía de repente y me secuestraba seis meses, un año, dos. Luego desaparecía otra vez y volvía un año más tarde con dos tatuajes más, el pelo más largo, la piel más morena.
Un amor de esos que te marca para siempre, imagínate. Siete años más tarde y no pasa un día sin que piense en él, sin que mire la puerta esperando a que entre y me lleve de nuevo."
:)
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B)
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7:)
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:ar!
Ohh! Me ha encantado esta historia :) Te deja con un regusto agridulce... pero es que me encanta cómo la narras! Jaja haces que me meta en la historia ^^
ResponderEliminarUn abrazo y pásate cuando quieras :3
Aiiii me ha encantado, eso si que es un amor poderoso, pero puede que no muy sano y que en el fondo sea mejor que termine. Uun texto magnífico, un besito guapa :)
ResponderEliminar¡Hola! :)
ResponderEliminarAntes que nada, quiero decirte que te agradezco mucho las palabras que dejaste en mi blog, me encantó leerlas.
En segundo lugar, ¡qué preciosidad de entrada! Ese tipo de amores son los que te matan cuando amas porque como escribiste, te consumen al ser tan intensos. Pero también matan cuando se acaban, porque de pronto se echa todo de menos y en las noches de desvelo deseas que vuelva. Quizá sea mejor elegir el calor en vez del fuego, un amor más a fuego lento que no haga tanto daño. Me ha encantado, en serio.
¡Que seas muy feliz y estés disfrutando del veranito!
Besos.
Windflower.